Las grandes puertas del Monasterio de Sant Cugat habían
tenido antiguamente una puerta gatera (actualmente cerrada), así como la puerta
que comunica el claustro con la iglesia. mucha gente se pregunta por qué?
Esta puerta se remonta a una antigua leyenda popular que decía
que las gatas eran las únicas hembras que tenían paso franco hasta la clausura
de los monjes. Esto ocurría, según la leyenda, porque los monjes vivian
espantados por una gran invasión de ratas que andaban a sus anchas por todo el
recinto, llegando a aparecer incluso en la sacristía o el altar.
Las ratas estropeaban las velas, libros, telas, ... y según
la leyenda, algunos monjes pensaban que era algún tipo de castigo divino, pero
finalmente se solución permitiendo el acceso de los gatos al recinto por sus
buenas dotes de cazadores y el hecho de tenerlos sin dar comida para gatos los hacía más efectivos.
Fue tan exitoso el remedio que durante siglos, los gatos han
tenido acceso libre a todo el recinto, o eso dice la leyenda.
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